¿Cómo enriquecer nuestro pensamiento?

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El mundo de la lectura y escritura

¡Hola! Me presento, soy Juliana y tengo 17 años. Para introducir, quiero hablarles un poco desde mi experiencia. Siempre me he considerado una lectora empedernida, me ha encanta leer, de todo, desde afiches en las calles hasta ensayos y textos académicos. Procuro leer de todo, siempre innovar en ese sentido y puedo decir que disfruto leer casi todos los géneros literarios (mi favorito es la literatura clásica), todo es bello en mi vida cuando se trata de leer.

En cambio, la escritura no era algo con lo que me sintiera cómoda sinceramente, siempre he sido más de expresarme oralmente o por otros medios artísticos. No me sentía bien a pesar de que tenía muchas ideas que expresar y aunque me instruya mucho previamente, al momento de escribir no encontraba la cohesión al plasmar ese mundo de ideas en el papel o en computador, bueno esto sucedía sobre todo en trabajos escritos del colegio, cuando nos mandaban a escribir algún ensayo o articulo me sentía desafortunada. Solo me limitaba a cumplir con mis trabajos escritos, después de eso no expresaba ni una sola idea escrita.

Todo marchaba normal, hasta que me di cuenta que con el tiempo no recordaba nada de lo que leía o vivía a corto plazo, eso empezó a generarme una preocupación, ya que era como si no hubiese leído varios libros; lo que sucedía era los siguiente: De todos los libros que leía en un año, al finalizar el año solo recordaba un poco más de la mitad de ellos, y se trataban de los que más habían generado algo especial en mi (aunque de muchos no los recordaba en su totalidad tampoco) me sentía frustrada de no recordar todo de ellos a cabalidad y tampoco esos que no me habían gustado, ya que muchas veces cuando quería hablar o discutir de algún libro, después de meses o años de haberlo leído, no podía argumentar bien debido a que no recordaba bien lo hechos, la narrativa, lo que gustó o disgustó. 

 

¿Qué hice?

En primer lugar, me tomé la tarea de recordar cosas de mi vida, cogí una libreta libre y cada día empecé a anotar: como me sentí, que comí, que me hizo feliz y no tan feliz, y demás cosas que pasaban durante el día, con esto noté un gran cambio, recordaba de forma casi inmediata lo de cada día y otra súper ventaja es que liberaba todo tipo de emoción mientras escribía así que también fue algo terapéutico. 

En segundo lugar, algo que toda mi vida he querido preservar son los sueños, así que también comencé a escribirlos, los narraba apenas me despertaba, ya que ponía la libreta al lado de la cama, narro absolutamente todo lo que logro recordar: los hechos, elementos, personas, diálogos y sentimientos y debajo escribo lo que creo que significa y que puedo aprender de eso.

En tercer lugar, las lecturas, en esta al igual que en las anteriores tomé una libreta e hice la lista de libros que había leído hasta el momento (los que recordaba), cada uno acompañado de su autor y año y junto a ellos les puse un ranking de 1 a 5 y los calificaba. A partir de eso todo libro que leía quedaba registrado, así que cada libro lo divido en dos páginas, en una van aquellas frases o momentos que quiero recordar y la segunda la hago al terminar el libro, se trata de su síntesis, con el tiempo he ido agregando más cosas es casi como una reseña.

 

¿Por qué enriquece el pensamiento?

Para concluir, quiero decir que la lectura para mí, como otros placeres, es el medio más fascinante para construirnos como sujetos, nos da alas, libertad, nos permite viajar por el espacio-tiempo a lugares que no creímos siquiera llegar a imaginar. La escritura está estrechamente ligada con la lectura, ya que esta la mantiene viva, transforma y asimila lo que consumimos que otros han pensado. La escritura mantiene vivo el deseo de leer, permite degustar y compartir ya que nos ayuda a elaborar ideas propias y el medio por donde las sacamos a flote, los argumentos. Esto nos permite divisar de manera crítica aquello que no estaba a nuestro alcance y la oportunidad de expresarlo de manera precisa y profunda ya que hace al pensamiento más agudo y la expresión de emociones más certeras. Nuestro pensamiento se fortalece y enriquece.  

"La lectura alimenta al pensamiento, la discusión lo agudiza, solo la escritura lo hace más preciso y profundo"- Francis Bacon
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