Principales retos de la Unión Europea en la Comunidad Internacional

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La UE en la Comunidad Internacional

El comienzo del nuevo año viene acompañado de dos hechos históricos que son recordados en nuestras conciencias europeístas e internacionalistas. Había finalizado en 1945 otra Guerra Mundial atroz que pesa en la memoria de la persona humana y, un conjunto de Estados conscientes de la necesidad de garantizar la Paz mundial y evitar otro conflicto semejante llevaron a cabo la fundación de lo que se conoce como Organización de Naciones Unidas. Hoy, nos encontramos ante el 75º  aniversario de las Naciones Unidas. Sin embargo, no es sólo el único hecho al que haremos mención.

Un francés, el cual resultó ser el Ministro de Asuntos Exteriores de Francia, pronunció un 9 de mayo de 1950 un discurso que en la actualidad recordamos como la "Declaración Schuman".

En esta Declaración instaba a la fundación de una Comunidad Europea del Carbón y del Acero cuyos miembros pondrían en común la producción de carbón y de acero, siendo ésta la primera institución supranacional en la región europea y, base de lo que es la actual Unión Europea.

Resulta relevante recordar los hitos que han supuesto un avance para la convivencia entre personas de la Comunidad Internacional, no obstante, ¿resulta todo de color de rosas en la actualidad? La Unión Europea se encuentra en una fase de reflexión sobre diversos puntos y, el cómo y qué hacer en la Comunidad Internacional es uno de ellos.

El año del 70º aniversario de la Declaración Schuman y el 75º aniversario de la fundación de la Organización de Naciones Unidas se plantea "movidito" para la conciencia europeísta.

En este año la Unión debe plantearse su posicionamiento en el mundo, su postura y capacidad de poder e influencia ante el comunidad internacional y sobre cómo promover en el marco internacional esos valores europeos que tanto alardeamos y, que, parece que se nos olvidan en nuestras fronteras y las griegas hoy en día.

En el preámbulo de la Carta de derechos fundamentales de la Unión Europea (pdf) se nos habla de que los pueblos europeos compartan "un porvenir pacífico basado en valores comunes". Y, señala, la dignidad humana, la igualdad y la solidaridad como algunos de esos valores. Sin embargo, pensamos, ¿hay una verdadera solidaridad europea actualmente? ¿Estos valores son extendibles a todos los Estados de la Comunidad Internacional?

La Unión Europea es un hecho de defensa los derechos  humanos entre personas y pueblos que nadie duda, pero debe reflexionar y actuar. Las fronteras europeas han sido testigo y, son testigo de hechos que no hacen valor a esos valores europeos que queremos difundir y apoyar. La solidaridad, la igualdad, la libertad y la dignidad humana son términos "bonitos" que necesitan ser impulsados con mayor conciencia, no sólo para los Estados Miembro, sino también para la sociedad internacional de Estados.

La guerra Siria, los grandes flujos migratorios, la salida de Reino Unido de la Unión, las guerras comerciales EEUU- China, la lucha contra el cambio climático y el apogeo de grupos terroristas son algunos de los hechos y acontecimientos que marcan la política y actuación exterior europea.

La política exterior y de seguridad común en la Unión Europea es un consenso entre los Estados que da lugar a una actuación exterior firme por parte de la Unión y los Estados que la integran.

El pasado 28 de junio de 2016, la anterior Alta Representante presentó la "Estrategia Global sobre Política Exterior y de Seguridad de la Unión Europea". La Estrategia Global tiene como objetivo facilitar un amplio marco estratégico que permita a la Unión entender y afrontar los actuales retos en el ámbito internacional de un modo firme y coherente. Y, determina esta Estrategia cinco prioridades: la seguridad de la Unión, la resiliencia de los Estados y las sociedades de nuestros vecinos orientales y meridionales, el enfoque integrado en relación a los conflictos, órdenes regionales de cooperación y en la gobernanza mundial para el siglo XXI. 

Por tanto, el camino está marcado, ahora sólo queda el cómo llevarlo a cabo. Y, lo que es seguro, es que debe ser potenciando la influencia de la Unión Europea en la Comunidad Internacional para la promoción de sus valores.

Nos encontramos en el momento perfecto para que la Unión tome acción, nos encontramos en el año de la reflexión sobre la reforma de la ONU. Y, los países europeos, en representación de la política exterior europea, deben tomar una voz fuerte en el cómo la ONU debe reformarse y reforzarse para adecuarse a las necesidades de la Comunidad Internacional actual.

Este es el principal reto que tiene Europa hoy en día, promover sus valores potenciando su papel  en la Comunidad Internacional. No obstante, nos preguntamos, ¿cómo hacerlo?

La Carta de San Francisco fue el texto que dio lugar a una convivencia de Estados cuyo fin principal, recogido en la Carta de forma expresa, es el mantenimiento de la Paz y Seguridad Internacional.

Francia, Polonia, Bélgica o Países Bajos son algunos de los países europeos que formaron parte de la fundación de la ONU, al igual que lo fue Reino Unido a pesar de que no esté actualmente en la UE.

Por ello, los países europeos han tenido desde un inicio un compromiso claro en la convivencia entre Estados y gentes. Si bien la PESC debe dar lugar a una actuación consensuada y conjunta de los países europeos, en la temática sobre la reforma de la ONU esto no es así. Existen diferencias entre países europeos en relación a la reforma de la ONU.

En un contexto de globalización, la ONU intenta apoyarse en las organizaciones regionales para potenciar su acción en colaboración a aquellas. La UE, por su parte, en el marco de impulsar su influencia como organización en el panorama internacional, cuenta con un debate abierto como es la existencia de un asiento único europeo en el Consejo de Seguridad. (pp.2, "La cuestión de la representación única de la Unión Europea en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas", Bénédicte Real).

La posibilidad de un asiento en el Consejo de Seguridad para la representación europea fue una propuesta del ex-ministro de Asuntos Exteriores italiano, Nino Andreatti. Esta propuesta, tenía una razón principal y era contrarrestar la pretensión de Alemania de ser miembro permanente del Consejo de Seguridad (pp.12, "La cuestión de la representación única de la Unión Europea en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas", Bénédicte Real). Es por ello, por lo que observando las diferentes posturas e intereses de distintos países de la Unión, la PESC ha de ser reforzada.

Otra cuestión importante a destacar y en la que existe, parece, un mayor consenso entre los países europeos es la relativa a la reforma del derecho a veto en el Consejo de seguridad de la ONU.

El denominado grupo del G-4 del que forma parte Alemania, en sus aspiraciones de ser miembros permanentes del CS, renuncian en un primer momento al derecho de veto. Por su parte, el grupo de Unidos por el Consenso, del cual forman parte Italia y España, son partidarios de la supresión del veto o, al menos, de una restricción normativa de su uso y de aumentar los requisitos para que opere.

Cabe destacar, además, la postura de Francia de establecer un código de conducta por el cual no cabe utilizar el derecho de veto en determinados casos.

Tenemos por lo tanto, una diferenciación de posturas entre Estados de la Unión en cuestiones de relevancia como es la presencia de la UE y de paises europeos en el Consejo de seguridad, pero una similitud en la consideración de restringir el derecho de veto.

Europa tiene que disponer de una política exterior consensuada y fuerte en este ámbito, ya que es de gran importancia para impulsar la influencia europea en el mundo. La salida de Reino Unido de la UE, es una razón más para lograr esa unidad, ya que antes Europa tenía doble representación entre los "Big Five" o Estados permanentes del Consejo de Seguridad.

El brexit o salida de Reino Unido de la Gran Bretaña e Irlanda del Norte, ha supuesto un golpe para la Unión Europea en términos de política exterior, principalmente porque dejan de ser dos los países europeos que son miembros permanentes del CS.

Además, en términos comerciales, la Unión debe llevar a cabo unas duras negociaciones en la búsqueda de un acuerdo con Reino Unido como fue el "Ceta" suscrito con Canadá. Europa tiene que tomar una acción responsable y eficaz para el mantenimiento de buenas relaciones con este Estado, tratando de frenar la extensión de la influencia de Estados Unidos.

No lo podemos negar, Estados Unidos celebra lo que ha sucedido en su pensamiento de influencia expansionista y la Unión debe tomar una postura firme por frenarlo y evitarse verse marginada.

En relación a lo anterior, la presencia de Estados Unidos de América en el panorama internacional determina mucho en la comunidad internacional. Europa está siendo testigo, también, de una guerra comercial y una rivalidad entre EEUU y China, de la cual se ve ciertamente afectada.

Si bien las relaciones UE y Estados Unidos son mucho anteriores a las establecidas con China, en las últimas décadas la Unión ha potenciado relaciones con este gigante asiático. La razón principal es la no dependencia a gran escala a una gran potencia como Estados Unidos, que ha tenido y tiene gran influencia en Europa, todos recordamos el "Plan Marshall".

La Unión es de política exterior abierta y de diálogo. Como señala un reciente Informe publicado en el que participa el Real Instituto El Cano, el inicio de las relaciones con China buscaban la obtención de un mercado abierto, la mejora del diálogo y el apoyo a China en sus reformas internas. Sin embargo, en los últimos años los países europeos y Bruselas han visto en los intereses chinos un peligro para la unidad europea, ya que la política de China se ha vuelto más dura y nacionalista. 

Por su parte, la política exterior norteamericana también se ha visto acentuada y endurecida. Estados Unidos, tiene una gran influencia en Europa, ya que tiene mayor historia en relaciones comerciales con países europeos que China.

Europa está viendo como, ante la potenciación de los intereses exteriores y comerciales chinos, Estados Unidos está respondiendo con una política exterior similar. Los países europeos miembros de la OTAN ven como la administración norteamericana les transmite un chantaje; utilizando el instrumento del artículo 5 del Tratado OTAN, por el cual ante el ataque a un Estado miembro se activa la intervención solidaria de apoyo del resto;  basado en dar la espalda a la Unión y estos países. Además de China, Rusia está siendo el otro rompecabezas para Bruselas en relación a las posturas norteamericanas.

Esta situación anterior, da lugar a la importancia de crear una política exterior y de seguridad común fuerte entre todos los Estados miembro, sobre todo, autónoma. Los países europeos se muestran favorables a lograr una autonomía estratégica, ante la creciente tensión geopolítica, con el fin de lograr una separación de la influencia de otras regiones y potencias mundiales.

Numerosas son las preguntas que hay que responder en este sentido, a las cuáles Bruselas debe dar solución, ¿qué recursos deben destinar los Estados y la Unión? ¿Cómo serían controlados los recursos? ¿De qué forma se ejecutaría esta política de seguridad autónoma y común? A la espera de resolverse esas cuestiones y, de actuar en firme, la Unión ya ha tomado acción en una Estrategia de seguridad común con la creación de un Fondo Europeo de Defensa, con la PESCO o mediante la construcción de los cazas "eurofighters".

A pesar de todo, Europa debe tener una voz clara y líder, así como autónoma que sea capaz de actuar sin dependencia de otros actores internacionales presentes en la región europea. Europa no es China, ni Rusia ni Estados Unidos. La concepción comercial de todos ellos es diferente.

El respeto al medio ambiente es clave para la Unión Europea, la Presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen presentó en diciembre del pasado año una batería de medidas en el marco del Plan verde de la Unión para liderar la lucha contra el cambio climático.

Es por ello, por lo que Europa debe actuar como Europa, como una unidad autónoma y fuerte, capaz de dar solución a problemas como la crisis climática, ya que otros actores internacionales no toman acción, Europa debe convertirse en el actor principal y de importancia para dar solución.

En resumen, la Unión Europea debe someterse y sumirse en un profundo debate y reflexión relativo a su política exterior y de seguridad común. Un debate en el que reforzar los valores europeos, consignados en la Carta europea de derechos fundamentales, para los Estados miembro y para la sociedad mundial. Estamos en tiempos de crispación geopolítica, en la cual la UE se ve afectada, por ello los países miembro deben obtener un consenso entre ellos para alcanzar una unidad de acción.

La reforma de la ONU es un hecho en el cual Bruselas tiene que alzar la voz, para ganar peso e influencia internacional y promover los valores que la caracterizan ante el desprestigio que vive la comunidad internacional.

Los Estado miembro deben tomar acción para lograr una Europa autónoma e independiente de intereses ajenos propios de otros actores y potencias mundiales. La OTAN se encuentra en un momento delicado propiciado por políticas exteriores de otros Estados, frente a eso la Unión debe alcanzar una política de seguridad común fuerte y autónoma, solidaria entre los Estados miembro y plantearse la formación del ejército europeo. La sociedad internacional necesita actores comprometidos con las graves crisis como es la medioambiental, y Bruselas ha mostrado que es suficientemente capaz de liderar esta lucha ante la pasividad de otros.

Europa y la comunidad internacional necesitan acción. Como diría Antonio Machado en su poemario: "Caminante, no hay camino, se hace camino al andar". Por tanto, caminemos, como europeístas y como Unión Europea para hacer el camino de los valores que nos caracterizan.

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