Ellas, las que se fueron
Ya no están. Algunas se alejaron; otras nos dejaron por completo. El abandono puede ser físico, pero también mental. Están presentes, pero a la vez no. Un pedazo de ellas partió, o quizás ese trozo es lo único que nos queda para recordarlas, y nos aferramos a ello. En muchísimos casos, nos las quitaron. Arrebatadas abruptamente; otras, lograron escapar, pero las persiguen: en sus sueños, en el fondo de sus mentes. Por eso, muchas deciden irse. Cuerpos presentes y mentes ausentes. Y si las tenemos al frente, probablemente han cambiado. Son distintas. A lo mejor comen menos o más. Duermen poco o...